Todos los días al inicio de la jornada escolar, y a modo de rutina, pregunto a mis alumnos-as de
4 años que "cómo se sienten hoy". Estos se dirigen al espacio donde están las emociones, buscan la pinza con su nombre y la colocan en la emoción que representa su estado de ánimo. El emocionómetro recoge seis emociones más que suficientes para su edad.
Estamos aprendiendo que nuestra cara cambia según nuestro estado de ánimo. Diariamente el responsable de ese día trata de adivinar con qué emoción han llegado sus compañeros-as. Además ya son muchos que cuentan porqué se sienten así.
Daniel Goleman (1995) define la inteligencia emocional como "La capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados de anímicos propios y ajenos". Nuestra ley 7/2010 de educación de Castilla-La Mancha considera importante la Competencia Emocional definiéndola como "La capacidad para responder de manera equilibrada ante cualquier situación..."
Cómo las emociones cambian a lo largo del día, así también los alumnos-as cambian su pinza de un lugar a otro, reflejando cómo se sienten en ese momento. Esta actividad nos ayuda a reconocer nuestras emociones; aprender a manejarlas, y empezar a comprender cómo se sienten los demás. Esta actividad es una entre las muchas que realizamos en clase: relajación, mindfulness... que nos ayudan a desarrollar la inteligencia emocional de nuestros alumnos-as.
Daniel Goleman considera que ser inteligente emocionalmente es la base en la que se sustentan el resto de inteligencias.
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